Las revoluciones del corazón nos dejan siempre un sentimiento de nostalgia por lo que se va, lo que no está más, y una sensación incómoda por lo nuevo y desconocido, sobre todo cuando esto último no sabemos con que actitud acompañarlo.
Lo que termina, termina. Y aceptarlo, (en el tiempo que sea) alivia siempre.
Un poco de confianza, una bocanada de aire fresco y empezar a correr atrás de algo nuevo, para volver a juntar esas partes que estaban inconexas, para reconocer como propio lo que se nos hace nuevo y desconocido.
Abril se me atrasó un poco, pero va llegando...
2 comentarios:
Y dejar fluir, fluir sin un fin.
:) Essssato!
Publicar un comentario