domingo, 9 de junio de 2013

Pasan cosas.

Somos nosotros los que queremos apurar al tiempo cuando hay cosas que tienen su propio ritmo, otras veces son los sentimientos los que se aceleran arrasando con todo.

Las revoluciones del corazón nos dejan siempre un sentimiento de nostalgia por lo que se va, lo que no está más, y una sensación incómoda por lo nuevo y desconocido, sobre todo cuando esto último no sabemos con que actitud acompañarlo.

Lo que termina, termina. Y aceptarlo, (en el tiempo que sea) alivia siempre.

Un poco de confianza, una bocanada de aire fresco y empezar a correr atrás de algo nuevo, para volver a juntar esas partes que estaban inconexas, para reconocer como propio lo que se nos hace nuevo y desconocido.

Abril se me atrasó un poco, pero va llegando...

2 comentarios:

Bestyal Ware dijo...

Y dejar fluir, fluir sin un fin.

Micaela Soledad dijo...

:) Essssato!