lunes, 25 de abril de 2016

Entre sueños me despierto imaginando ésta historia que se seca y se desprende del único corazón que supo perseverar sin nunca haber triunfado. Me hiciste una foto que todavía recuerdo con la mirada triste, con un mundo inconcluso y una sonrisa en la boca igualita a la tuya, sonrisa que con cualquier soplo fuerte, con mi amor que arde o cuando el miedo es frío termina por borrarse. Tengo terror que recuerdes que todo lo que soy cabe en ese foco. 

Porque yo no puedo explicarte la cantidad de recuerdos que me llevan a tu nombre, ni en cuantos de ellos me sentí viva, sólo puedo asegurarte que en la descomposición de éstos es en donde me vuelvo a encontrar libre, eterna, transparente. La desesperanza y el desamor son situaciones trágicas a las que todos nos hemos aferrado alguna vez, hasta aprender que cuando ya no nos queda porqué sonreír hay que dejar ir. De todas formas la vida siempre se encargará de hacernos llover. 

Todos esperamos en algún momento algo de alguien, eso no es tan malo siempre y cuando no nos escondamos del sol, que siempre ha de volver...

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