lunes, 1 de diciembre de 2014

Asi como nada viene solo, nada permanece porque sí. Hay que aprender a elegir, a jugarnos por lo que queremos, a luchar... no basta con amar, todos amamos. Las personas y las cosas se cuidan, se valoran y así como esperamos recibir nunca hay que dejar de dar, mientras podamos, lo que el otro necesita. Es recíproco, es fácil sentarnos a esperar que todo se solucione, y llevar con nosotros nuestra notita mental de anhelos... pero si no luchamos no llegamos a nada. Las cosas materiales por si solas no son mucho, y las personas? tampoco. Todos somos reemplazables. Si tenias o queres tener un jardín, hay que merecerlo...

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