miércoles, 23 de abril de 2014

Eterno periplo del valiente

Los días se convierten en  un eterno periplo del valiente, y es siempre la misma necesidad y deseo de amor, la que nos pone en marcha una y otra y otra vez, y es ese mismo amor el que nos hace morir y renacer tantas veces. 

Gracias a esa bondad que llevamos encima, logramos salir victoriosos, de otra forma nunca. Después de haber puesto todas mis ganas en algo, como siempre y haber 'perdido'. imposible es no quedar marcada ante tanta desilusión, nunca vuelvo a ser la misma. Pero el amor nos transforma, nos enriquece, nos llena el alma, nos saca lo mejor que tenemos desde adentro.

Insisto en que el amor no se puede evitar, que siempre nos encuentra o lo encontramos, por más inmóviles o de piedra que nos volvamos o intentemos parecer. El amor es para todos, siempre y cuando lo elijamos. Si es por mi, una vez mas, quiero morir con una mano en el corazón.

No hay comentarios: