jueves, 1 de mayo de 2014

Mientras tanto vos...

Junto todas mis ganas de verte en un segundo y se me va el miedo.
Como ayer, a veces se me da por decirte que te quiero, a ver si de esa forma o de la que sea, logro algún día romper esa coraza que te recubre.

Respiro nerviosa, (todavía me pones nerviosa) cuando me preguntas cosas sobre el amor que elijo generalmente no pensar, no por miedo sino por no revolver cosas que ya pasaron, y de hecho ya no están. 

Podes hacer mil chistes en momentos inoportunos para desviar lo que te quiero decir y no queres escuchar, para no saber lo que está pasando, cuando pasa de todo, al menos conmigo... esas ganas tremendas de abrazarte juerte, de chaparte hasta que me quede sin aire o con la cara roja, de pedirte que te quedes conmigo, de escucharte decir todo lo que espero... no se por qué, espero.

Aunque me quieras, aunque todas las emociones se te vengan juntas una noche cualquiera, de tanto en tanto, tu miedo a quererme derrota cualquier cosa, y desistís en dejarte ver vulnerable ante la persona que más lo apreciaría. 

Hay cosas que no cambian con los años ni con las experiencias... cometo los mismo errores de querer donde no se debe, o donde no se puede, o donde no debería, o donde simplemente, no quieren que esté. Llevo también los mismos miedos producto de la tristeza de haberme desilusionado de tanta gente, pero a diferencia tuya no se desistir, no se hacerme ajena a la vida que todos quieren vivir, no se tapar con hojalata todo lo que soy, no se quedarme del otro lado de la joda, creyendo que estoy en el baile. Y porque elijo y creo y quiero, padezco las consecuencias siempre... pero de eso se trata, porque si te quedas en el molde sólo la ves pasar.

Hay personas que quieren bien, que eligen lo real, lo que brilla y no es oro, que quieren todo de y con vos, pero traes todos tus miedos, todos tus fantasmas y te tiras para atrás, porque no queres sufrir, porque no queres caer, porque no queres amar, porque no queres perder... y no te das cuenta de que perdes igual cuando no te dejas querer, cuando no te dejas tocar el corazón, cuando no abráis una ventana, una puerta, o un recoveco de él.

Dos palabras que significan tanto para mi, me haría tan feliz que las recibieras; te quiero.

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