lunes, 20 de enero de 2014

El problema de la realidad no se enfrenta con suspiros

Mi vida en Neuquén hace que de repente yo tome como familia a todos los que me acompañan, y si bien con todos no es el mismo sentimiento ni el mismo trato, uno se va conociendo con los demás, y los demás nos van conociendo, es por eso que se me hizo difícil afrontar tales días con cara de que nada ha pasado, con la sensación y las ganas de querer contar y llorar todo. Eso tampoco es fácil, uno se puede hacer el boludo con uno mismo, pero hacerlo con los demás, y a la vez no hacerlo con otros, son momentos de mierda.

Así, he igual de difícil va a ser volver a lo mismo de siempre, a las mismas caras conocidas, a los mismos lugares, a las sensaciones extrañables... de y por alguien que no esta porque no quiso estar.

Acá estoy bien porque hay amor, porque nos podemos matar entre todos pero esta gente no tiene maldad en el alma, y si pueden evitarte el sufrimiento lo hacen, eso es admirable, es hermoso. Aunque siempre sola, una parte de mi se muere por volver todo el tiempo a Neuquén, algo tiene que me tira y me tira y no me suelta... por mas inevitable que se me haga la tristeza cuando la vida sigue y yo me quedo en un sentimiento estancada, una temporada en el amor, o desamor, no se como se le llama... adaptarnos a las ausencias, a quedarnos con las ganas de alguien, duele... por eso es necesario este cambio de aire, me espera un largo año, y no quiero seguir pasando por alto, un año más. 

Aún sin regresar - Luciano Pereyra 

" A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, 
y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante." Oscar Wilde

No hay comentarios: