"Pero si alguna vez
sientes la necesidad de compartir heridas y llorar a carcajadas y
tenerle miedo a esta vida que nos mata, si nos toca llorar de a dos para
justificar tanta alegría inadecuada, lo haremos sin pudor, pequeña,
hasta inundar el colchón de sal inesperada. Lloraremos hasta quedar
secos de las lágrimas que sobran, hasta empaparnos del recuerdo de las
lágrimas que vengan, y no temas que nos quedemos tristes.
Porque después, ya sabes, como dice el viejo chiste, follamos y se nos pasa.''
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