Como si fuera necesario decirlo te dije que te amaba.
Como si fuera necesario madrugar, amaba ver tu sonrisa en las mañana amenzasando mi control, amaba desarmarme en tus besos.
Y te contaba mis penas tratando de justificar tu presencia, y te escribia y de describia por todos lados tratando de justificar este amor, y casi no dormia por querer palpar la paz que me daba el hecho de mirarte descansar, en algún otro lugar lejano, pero a mi lado.
Y ahí estaba en esos días, lista, firme, preparada y de tu mano
para enfrentar el mundo juntos...
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