Algunas personas tienen la capacidad de complicar las cosas por más sencillas que sean, de hacer pasar un chiste por una terrible incoherencia, de plantear estupideces con pensamientos ocultos y tantas cosas que yo me pregunto; ¿Por qué?, ¿Con qué objeto?, ¿Con cuál razón?, por qué es que se le da tanta importancia a todas esas cosas que se viven llamando boludeces, por qué es que se deja de lado lo realmente importante para preocuparse más del resto... por qué no se valora eso que hay, que se tiene en las manos y se le da lugar al enojo por lo que no está al alcance.
Y ahí se está, constantemente, no valorando nada, desperdiciando tiempo en cosas que la verdad, no interesan demasiado, es que parece ser más fácil quejarse, sufrir, patalear por todo, antes de enfrentar lo que se tiene, lo que se es. Capaces de pisotear los propios deseos por el gusto de complicar las cosas... Ahí se está, ahí se queda y se encierra uno.
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