martes, 28 de enero de 2014

Nada de lo que vale la pena en la vida existe. 
Ni la felicidad, ni el amor, ni el sentido de la vida, ni nosotros mismos. 
El mundo está vacío, no hay nada en él para nosotros. 

Todo tenemos que hacerlo, pero creo que eso es lo maravilloso. 
El mundo es una página en blanco para escribir historias, es barro para construir, un escenario para improvisar nuestra obra, un lienzo para pintarnos a nosotros mismos. 

Los materiales podemos hallarlos en los lugares más insospechados, la materia que todo lo une es el tiempo. No lo desperdicies, deja de buscar respuestas prefabricadas, sal a buscar la materia prima para inventarlo todo. 

Puedes inventarte la felicidad con las luces de la mañana, el amor con la sonrisa de un desconocido, el sentido de la vida en el fondo de un verso oscuro. Las posibilidades son infinitas, lo único finito es el número de días que tenemos para hacerlo.

Aprovecha el día. No lo desperdicies distrayendo el vacío. 
Llegará el día en que tendrás que leer tu propia historia,
ese es el único final que te espera.

Carpe diem

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