¿Una crisis? Un problema, un que se yo.
¿Dónde rajo, para donde voy, voy? ¿me quedo? ¿a quién veo?
Salir es la cuestión, rumbo a donde, a ver a quien... porque siempre necesitamos ver algo o a alguien que nos saque un poco de algún mambo, que nos borre un poco alguna herida, que nos haga sentir que somos unos pelotudos por sentirnos así, que estamos equivocados o que tenemos la razón, un cómplice, quien nos acompañe un rato, paz.
Hace unos meses atrás como quien no quiere la cosa una amiga me pidió que entráramos a la catedral de Neuquén, cuando entramos me llevo directo a un lugar.
-Y estos cuadernitos?
-Acá la gente escribe.
-Posta boluda? Leamos, dale me quiero cagar de risa.
-No Micaela, estamos en una iglesia, no seas culiada.
-Entonces decime que escriben, le piden cosas a jebus?
-Si, piden cosas. Vos escribís. Quiero que escribas, pedí algo, ya...
...
... (silencio)
... (mucho silencio)
... (5 minutos mirando el cuaderno)
Lapicera en mano: ''Paz.''
-Ya está, vamos...
Porque después de tanto daño, de tanto dolor, de tantas cosas que nosotros podemos llegar a considerar injustas, repito, injustas para nosotros, por qué, al fin y al cabo, uno termina siendo tan simple, tan noble, sin un poco de rencor, y simplemente, pedir paz?
Siempre hay alguien un poco más importante, alguien a quien veríamos primero para compartir nuestras alegrías, llorarle nuestras cartas o compartir un tiempo de silencio, siempre a alguien especial recurrimos.
Loco es, cuando aparece una persona de la nada que te da vueltas todo, que te saca de tus propias estructuras, que ocupa un lugar en tu vida y sopapea a todas las otras personas, no es común, no es un amigo ni hermano ni conocido más, es alguien que te da paz. Y a veces sólo buscamos eso.
En fin, con un momento así encima, buscamos paz y nada más. ¿Dónde y con quién? Me da alegría saberlo, de las cosas malas uno empieza a rescatar lo bueno, si se te quema la casa, que cosa corres a agarrar? y etc....
En un momento con tanto sentimiento encima, sale lo peor, y maravillosamente, lo mejor. Son instantes donde te sale todo el amor y todo el odio. Podes ver, en un segundo, todo lo que importa y lo que no, lo que es una cagada y tenes que dejar atrás, y... oh, casualidades de la vida, ¿quién te daría la paz que andas necesitando?
Hola Silvio, te quiero mallll...
No hay comentarios:
Publicar un comentario