Me habló sin querer y sin muchas vueltas del amor, del más puro y verdadero... Me habló de muchas cosas sin darse cuenta que él era todo eso. Él era besos, miradas, cielos, estrellas, aire, aventuras. Con todo eso me hacía soñar.
Y los sueños los creaba cuando lo escuchaba hablar.
Y al aire los respiraba con él.
Me hacía olvidar lo agobiante de la vida, y entonces,
sólo entonces el mundo nos quedaba chico.
Me habló también, de las cosas más sublimes de la vida,
sin saber que él las inspiraba para mi.
11-5-11
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