Uno de los placeres más hermosos de la vida es ver sonreír a alguien que
queres mucho, y que sus ojos se llenen de un brillo hermoso... saber
que esa sonrisa y esos ojos los provoca uno mismo, no tiene precio. Sin
duda hay cosas conmovedoras en la vida, y sin duda tu sonrisa, es mi
mayor vicio.
Tres metros sobre el cielo
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