viernes, 11 de abril de 2014

Uno de los placeres más hermosos de la vida es ver sonreír a alguien que queres mucho, y que sus ojos se llenen de un brillo hermoso... saber que esa sonrisa y esos ojos los provoca uno mismo, no tiene precio. Sin duda hay cosas conmovedoras en la vida, y sin duda tu sonrisa, es mi mayor vicio.

Tres metros sobre el cielo

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