La paz en tus brazos, ese insomnio feliz. Verte sonreír, hermoso, descubrirte menos analítico, más amoroso, más humano. Acuartelarme en tu abrazo, conociéndote como el primer día. Llegar al cielo timidamente, casi pidiendo permiso para ser feliz. Pocas cosas son tan lindas en la vida. Y pocas son las que me hacen tan feliz al tenerlas...
Te miro mientras dormís, no hay forma de tapar esta mañana donde me voy y no te veo, otra vez y para siempre, como todas las veces. Mientras, dos mariposas aletean del estómago al corazón. Son tus besos, buen día mi amor! Acá me dan ganas de quedarme, de abstraerme de todo... y si acaso me abrazaras más seguido, las bocanadas de aire que me sacas se encarrilarían con las tuyas, y agarrada de tu mano le doy la vuelta al mundo.
Hasta la próxima, para siempre, nunca más...
No hay comentarios:
Publicar un comentario