miércoles, 16 de abril de 2014

Debo decirte algo antes de que te bajes...

No puedo enojarme, no puedo sentirme despechada y odiarte, sólo puedo decirte que al tirar la toalla no lo hago con orgulloso, que intentar patear el tablero no me hace feliz. Lo que intento querer sentir, va acompañado de lo único que puedo sentir porque no estás, tristeza y desilusión. Intentar cambiar un paradigma, una vez más, pero sin tu sonrisa. 

Todo se resume a una realidad absurda, que no es la que vos me mostrabas cuando me abrazabas con todo tu corazón. Realidad que me desilusiona, que me impide tener alegrías. Pero la única, al fin. 

No quiero decirte que te quiero, que estoy sola y que te extraño, pero te quiero, estoy sola y te extraño... No quiero decirte que te espero, pero una parte de mi te espera, te espera hoy, tal vez mañana, tal vez pasado, y como insistente y soñadora por naturaleza que soy, tal vez te espere dos o tres días más, también. Se que hay cosas que vos las decidiste hace rato, y que no tiene sentido que te diga que podría sentarme a esperar en la vereda a que vengas con un abrazo que dure un par de años o todos los que vos quieras, pero sólo por si las moscas, acá estoy... Y si realmente no hay nada en vos para mi, y si realmente no venis, y si de verdad no me queres, y si de verdad no queres que te quiera, no queres que te escriba, que te hable, que te bese, que te abrace, que te busque... entonces Silvio no quiero nada tuyo, no quiero que vengas, no quiero escribirte ni que me escribas, no quiero que me hables, yo no voy a hablarte, no quiero tus besos ni tus abrazos, no quiero buscarte ni que me busques, no me leas más, no va a haber más nada de mi para vos, si eso queres... si queres nos borramos para siempre, no existimos, no nos buscamos más. Sé todo lo que quieras ser, llenate de todo lo que a vos más feliz te haga, pero si no te vas a quedar no aparezcas más, y yo te prometo que no me vas a volver a encontrar en donde vos me dejaste.

En esta canción te quiero, te extraño y te olvido, con tristeza, con ganas de vos... pero parada en el único lugar que me toca estar como mujer que pierde y acepta que ya no hay más por hacer.

“El Caballero pregunto que era la bebida que le había ofrecido? El mago sonriendo le dijo: es vida ¿vida? Sí, dijo el mago ¿No te pareció amarga al principio y, luego, a medida que la degustabas, ¿no la encontrabas cada vez mas apetecible? El caballero asintió, y los últimos sorbos resultaron deliciosos. Eso fue cuando empezaste a aceptar lo que estabas bebiendo. La vida es buena cuando uno la acepta. Las cosas hay que aceptarlas tal como son, simplemente porque son así”.



Cuanta poesía me va a hacer falta para largar los silencios que me quedan por soltar... te amo, me enamoré de vos con locura, y es lo último que voy a decir en mi contra.

 

  

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