La mediación es algo que está teniendo lugar en nuestra sociedad, aunque no en todos los ámbitos. El conflicto fue siempre como un motor vital en nuestras vidas, porque elegimos y porque día a día se nos presentan nuevas oportunidades para obtener algo, y todo genera conflicto sin darnos cuenta sólo por querer satisfacer nuestras necesidades o deseos cualquiera sean.
Todo es una búsqueda constante aunque digamos que no buscamos ni necesitamos nada, lo hacemos inconscientemente, y como toda búsqueda es generadora de conflicto, de tensión, de problema, es algo casi innato.
El problema real del problema en sí es cuando no nos queda otra que reconocerlo y aceptarlo, mientras tanto obviamos porque lo asociamos a lo negativo, a lo que no debe ser, a algo que está mal. No estamos preparados para prevernirnos ni para fortalecer y mejorar nuestros potenciales porque tendemos a creer que todo problema proviene de que el otro no acepta nuestra creencia o no podemos entendernos o no compartimos las mismas ideas. Lo que creemos, dificilmente lo cambiamos y tendemos a esperar que eso se aplique en todas las cosas o personas, restringiendo al conflicto en un choque de creencias, intereses o valores.
Cuando en realidad, la mediación que se nos permite hoy en día como sociedad nos da lugar a desarticular el conflicto, poniendo en el medio fundamentos para luego derivar en un acuerdo, en una nueva alternativa, en una forma diferente de ver las cosas o en la resolución del problema.
Somos el resultado de un proceso social, todo lo que somos nos fue impuesto consiente o inconscientemente por la sociedad a la que pertenecemos, y cada cosa que creemos es significativo para cada uno de nosotros, por eso es que defendemos nuestras ideas y valores.
La mediación entre dos personas no necesariamente resuelve un conflicto, pero sirve a modo de aprendizaje para problemas futuros. Es necesario que así sea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario