Era fácil, siempre fui económica, pasajes y yastá!
Un día llegué a Mza, eso sí que fue diferente. Estuve unos cuantos meses yirando de allá para acá, me encontré feliz, y extraña, reflejándome en ventanas de bondis, esperando volver, un bolsito, de allá para acá y de acá para allá, con la mirada al frente y llena de amor.
Sí, pasó que finalmente había dado con un lugar en el que me gustaba estar, inquilina temporaria, unos días y chau, había voluntad para amar, y la renovaba día a día.
Llegué por primera vez un 29 de Julio... salí, conocí la ciudad, compre algunas cosas, y termine a la noche durmiendo en el mejor lugar del mundo. Miraba el techo, el costado, el piso, trataba de dormir, de pensar, pero la emoción, o la tranquilidad no se, no me dejaba. Sí, finalmente había dado con un lugar en el que me gustaba estar.... Había ignorado todas las palabras de gente que me decía que no, que 'mal o bien' tal cosa. Había vencido un miedo enorme, le gané a todo, estaba ahí.
Desde entonces, Godoy Cruz, era eeeeel lugar. No pude recorrerlo mucho, nunca supe que tan poco tiempo iba a tener para eso, asique cuando estaba me disponía a 'otras cosas'. Un riconcito de Mendoza, una casa, un lugarcito donde guardar mi corazón cada día.
Tengo lindos recuerdos de todos los pocos lugares por donde anduve, pero Mendoza me conquistó, se sintió diferente... fue simplemente que, pese a todo, pese a que debo darles la razón a todos por lo que me dijeron y no escuché, las cosas pasaron porque tenían que pasar, yo encontré a un hombre cuando tenía que encontrarlo, y encontré un lugar porque necesitaba encontrarlo, ahí fui completa e inmenzamente feliz.
Ahora estoy en otro lugar, mío. Y lo encontré porque también necesitaba encontrarlo, cuando aprendí a buscar para mí y no para los demás, o para una vida con los demás.
Nos vemos luego Mendoza...
No hay comentarios:
Publicar un comentario