Heartless

Llevo mucho sin escribir, fue largo el tiempo que me tomé para no sentir, pero es necesario cuando empiezan a derrumbarse esos pedazos que intentamos sostener.

Ahora no se si voy a volver a llorar alguna vez, como una niña que no sabe crecer, no creo que vuelva a necesitar quien me aguante cuando las personas me duelan, estoy tan vacía que podría respirar 100 años más, (es como empezar de nuevo) y paradójicamente tengo amor incrustado en cada rincón, me siento todo un hombre de hojalata.

A veces necesito abrazar, amar, otras solamente respirar. Deseo, necesidad, el paso de un tiempo considerable como para volver a empezar, no se qué es exactamente, momentos en que quiero todo y a la vez no quiero nada. 

Estos tiempos pasados me hicieron perder la paciencia, no aguanto a la gente, otras veces solamente no quiero estar sola. Todo es como esto, un instante. Como cuando vuelvo a replantearme el amor, pero después se va, como si tuviera una eternidad para elegir.

Pasa que uno a estas alturas no se sorprende de nada, sabemos, o cree saber, que nos conviene y que no, que persona nos va a hacer bien o mal, cual nos sirve y cual no, a veces me atrevo a apostarme en cuanto tiempo se va a ir tal o en cuanto tiempo voy a mandar a cagar a tal otro. Pero la realidad es que no quiero que se vaya nadie, que estoy bien con quienes estoy, que yo elijo a las personas, todas, por algo, que nadie me acompaña, (de la forma en que sea) porque sí... que quiero aunque no lo diga, que necesito aunque no lo demuestre, que extraño aunque muchas veces sea yo la que me voy.

Vivo con un final eterno, un eterno atardecer que ya no duele pero no me suelta, me traba, no me deja. Es tan choto lo que te deja el desamor. Estos restos de nada, son terriblementes jodidos. 

Siento que la vida está preparada para hacerme feliz, increíblemente, todo me sale bien, pero la que no está preparada soy yo. No se dar ese paso, ese último paso. Quiero volver a enamorarme, he dicho! (unas ya mil veces).