A veces me transmiten miedos que no tengo, me adjuntan cosas que no soy, y me voy viendo, sin darme cuenta, de una forma que en realidad no me representa. Hay cosas como estas, propias o ajenas, que uno quiere ir dejando. Esa es la cuestión.
No soy tan enquencle, ni tan mala onda... aunque hay una serie de razones por las que siempre uno es como es. Pasiones, amores, pequeños placeres, todo nos hace ser lo que somos.
Sí, me gusta lo que soy, me gusta lo que hago, las pocas ganas de estar con gentes, la testarudez en aceptar a las personas, la insistencia en no esperar cosas de nadie, de no querer depender del tiempo de otros para sentirme acompañada... todo forma parte de un molde.
Bueno, mi resistencia también tiene un límite. No hago con el cuerpo lo que realmente quiero con el corazón. El corazón? Bah... de donde salió eso.
Bueno sí, hay cosas que se resisten. Doy lo que necesito, lo justo para resistir. Dicen que uno así no se confunde tanto, que se yo, cosas que se dicen. Las confusiones traen males de todo tipo... supongamos que es así como se quiere estar, clara. Aunque el corazón ande por ahí, duro y conciso.
Me pregunto quien habrá sido el estúpido que me enseñó a racionalizar al amor...
Joder! Dame aire, dame aire que respiro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario