Hace poco tiempo conte un sueño, no se donde carajo habrá quedado guardada esa historia, hoy voy a contar otra, bastante parecida, pero queriendo entenderla, pensarla al menos, fue esto lo que pasó...
Soñé con una casa de paredes de ladrillos con una ventana grande en cada una de las dos puntas, donde por la que estaba a mi derecha entraba el mejor de los soles que se podrían tener en una mañana fría de invierno, de un Julio o Agosto tal vez; o simplemente un día como hoy.
Lo increíble no era el sol, sino que hacía brillar tu sonrisa con una bombilla de costado, mientras yo calentaba más agua y te miraba, y volvía a mirarte ahí sentado en tu silla, en ese que era tu lugar mientras la mesa siguiera en esa posición, porque a cada rato cambiaba de forma por su pequeñez, por el espacio que la rodeaba, incluso por el tamaño de los poquitos que se sentaban a comer alguna que otra vez ahí.
Mientras pienso todo eso que aparte de haberlo soñado, más que una vez fue real, mientra pienso eso decía, vuelvo a mirarte, tranquilo, en paz, y con el sol en tus ojos, tanta luz había en tu cara que era dificil asegurar que nos la regalaba el solsito mañanero.
Pero ahí estabamos, en paz, amando esa sencillez en la que nos encontrabamos y siendo feliz por ello...
Lamento soñarte tan rápido, quisiera que duraras un poquitito más en otra realidad que es la que creo en mis sueños... pero no es eso en lo que pienso hoy en realidad, sino es saber que fui feliz así, que extraño la comodidad de estar en tus brazos, al lado tuyo, que es eso lo que deseo, la sencillez de vivir los días a tu lado, de esa forma.
No me digas que no me amas, que nadie me diga nada, hoy quiero encerrarme en una burbuja donde puedo recordar solamente cosas buenas, recordar que miraba tus ojos y eras feliz, eras realmente feliz, quiero poder encerrarme en eso por un rato y desear una vida con vos, y pensar que sos mi lugar en el mundo, mi hogar y mi amor, otra vez....
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