Las mañanas y las tardes eran mías, a la noche me tiraba a descansar.

(...) pero nunca pude olvidarme de todo,
de mis bosques, de mis tardes y de mí.

Creo que en algún momentos me amaste, supongo que después de todo no fue como yo creí o peor aún como vos me hiciste creer, pero siento que me amaste. Si pienso y pienso y pienso en todo lo vivido, creo que me amaste.

No estaba en mis planes conocerte alguna vez y viste las vueltas que da la vida, nos cruzamos en algún momento y te amé tanto, amor. Fue hermoso como se dio todo, como el hecho de no planear absolutamente nada hizo que me sorprendiera cada día, por despertarme alguna mañana a tu lado y ver tus ojos clavandome la mirada, siempre despertando con tu mejor sonrisa.

Es el destino, amor, te decía siempre aún sin creer en él. Y es que nunca creí mucho en nada, nunca creí en nadie en realidad, pero en vos si creí, amor, en tu sonrisa, en tus ojos, en tu voz, en tu amor, en cada una de tus palabras yo creí. Pero supongo que el hecho de creer en vos no hace que seas verdadero, te faltaron muchas cosas por decir en las que, habiéndolas dichas, también las habría creído, porque yo creía en vos, vida.

Yo creía en cualquier cosa buena o mala que saliera de tu boca, no era necesario llegar a esto, no era necesario que me dejaras así, no es necesario que yo me sienta tan mal, si me hubieras dicho, aparte de todo lo hermoso de cada día, si me hubieras dicho también que tus promesas no ibas a cumplir, que tu amor se iba a ir, que no estarías a mi lado mucho más tal vez me habrías ahorrado todo esto vida mía, porque yo habría creído en vos.

Confié en vos y me fallaste tanto, tanto, tanto. Nunca me imagine llegar a sentir esto por vos, esto de sentirme traicionada de la peor forma.

¿Te acordarás de tu Te amo? Exactamente un mes después estaba ahí con vos. Una eternidad. ¿Recordaras alguna vez, el día que nos vimos? Nunca en la vida sentí tantos nervios y tanta paz al mismo tiempo.

Me pregunto y no logro entender, como llegamos a esto, como hiciste que llegara yo a esto, como te permitiste tanto daño, como de un día a otro cualquiera dejaste de hablarme, dejaste de cantarme esas canciones que tan feliz me hacían, en que momento dejaste de ponerte colorado cada vez que te hablaba, de imitar a los dibujitos con tal de hacerme reír, en que momento se acabo eso tan poco que me hacia tan feliz, las llamadas de chorrocientos minutos, en que momento decidiste que todo eso dejara de ser perfecto. Porque si para mi era perfecto, pero no fue así para vos y me duele, me duele porque me mentiste al decirme que te quedarías conmigo siempre... Incluso sabiendo que nunca esperaba eso, sino un recorrido, un con vos.

Y es que no, definitivamente nada fue tan perfecto como me mentiste, o no, no lo se, no tengo la posibilidad de escuchar nada de tu propia boca.

Y me duele, me duele amarte. Me duele haber sido tan feliz.