lunes, 11 de junio de 2012

Esperame en Senegamia, en tu pecho izquierdo.

Son tus palabras las que recuerdo, tu risa descocada la que todavía escucho en mi corazón, son las noches eternas sin dormir, son las horas y horas hablando por teléfono, es todo eso en parte, lo que me deja sentirme así, son los miles de sueños que se fueron junto con vos, son todas las cosas que quedaron por hacer, es tu primer Te amo totalmente desesperado, todas tus canciones al oído, el exacto momento en que no supe que te fuiste. Es todo eso lo que vuelve en este momento, lo que me hace verte sonriendo, siendo un hombre, siendo honesto, siendo hermoso. Y yendote, otra vez.

Y así me veo hoy, melancólica por el recuerdo de lo que fue, de lo que ya no está, de las madrugadas despiertos sabiendo que casi sin dormir te ibas a trabajar, de tu mirada, de tu promesa por lo que recién empezaba, son los recuerdos, lo de siempre, los exactos momentos y segundos que se me vienen a la memoria, todo eso que eramos juntos, sin rutinas, sin filtro, sin arrepentimientos, todo eso que eramos juntos amor, reírnos hasta quedarnos sin voz, poder llorar y volver a reír, y volver a respirar, era parte de estar juntos.

Siento que mi vida entera se encierra en el momento exacto de tenerte en frente mío y haberte abrazado y besado tanto, y es mi vida entera la que siento que se fue en el presico instante en que te fuiste. Vida que me lleva y me devuelve, que me desborda el alma cuando se va, vida que me devuelve la vida cuando entre sueños siento tu respiración cerca mío, cuando en otro mundo paralelo a este, encuentro tu amor otra vez, y tu sonrisa me atraviesa cada rincón el cuerpo y tu voz vuelve a decirme que hoy es siempre, todavía.

Pero al final de todo me quedo así, despierta y sin vivir.
Y al final de todo la vida y el tiempo se van, y no vuelven.
Y vos seguis sin volver. Y yo sigo sin poder volver.

No hay comentarios: