sábado, 26 de mayo de 2012

Recóndito lugar

Nunca hice mejor cosa que despertar a tu lado entre los rayitos de sol 
que me dabas con el hecho de mirar tus ojos,
el amor de tus mañanas me dejaban fresca y feliz por el resto del día.

Despertarme con el calorsito de tu pecho en mi cara y tus brazos abrazandome y nuestras piernas cruzadas y sin saber donde termina mi cuerpo y empieza el tuyo, era sin duda una increíble razón para dejar de buscarle sentido a este amor,
porque todo estaba marcado ahí en ese único sentimiento de felicidad
por despertar a tu lado.

- Y entonces ahora puedo cerrar los ojos y ver tu sonrisa y ser feliz otra vez, sin poder decir una palabra y aunque el silencio me consuma, es la única forma de volver a verte abrir esos ojitos al levantarte, dejando tu forma en el colchón y tu perfume en la almohada, dejándome totalmente enamorada al comprobar que sos vos el amor que tengo al lado.

Y era así, y era por esa razón que mi sonrisa diaria no se borraba jamás, por saber que iba a llegar otra noche más donde todo ese espacio iba a tomar tu forma como ayer, y yo volvería a descansar en vos, en mi lugar, en paz.

En un mundo que a cada segundo tomaba una nueva dimensión,
porque en un rinconsito del él nuestro amor era cada vez más grande.

Y nuestro.

No hay comentarios: