Busco hablar con personas que me dejen algo para recordar, no conversaciones en vano que al otro día ya nadie las recuerda. Todo lo que hago y digo es para ser feliz, para al menos tener un reflejo de felicidad, para tener un pedacito de ella.
Me diferencio por ello y por mis ganas de crecer. Por mis ganas de ser.
Pero las ganas implican actuar, tomar decisiones, salir, buscar salidas.
Y aún que hoy no tenga fuerzas ni esperanzas solamente voy a decir que no quiero caminar más por la vereda de enfrente, que quiero dejar la puertita de atrás abierta, esa por donde él se fue, pero no con la intención de que vuelva, no por si lo veo pasar no, para poder salir yo, para volver cuando quiera, para buscar lo mío otra vez, lo que me corresponde, lo que merezco por derecho.
No quiero ya, terminar por ser alguien que simplemente vivió, ni alguien que solamente lo intento, mucho menos alguien que sólo soñó con algo mejor, no,
quiero lograrlo. Llegar y ser feliz.
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