Lo que nos salva a todos es una vida tácita, que poco tiene que ver con lo cotidiano o lo astronómico, una influencia espesa que lucha contra la fácil dispersión en cualquier rebeldía más o menos gregarios, una catarata de tortugas que no termina nunca de hacer pie, porque desciende con un movimiento retardado que apenas guarda relación con nuestras identidades de fondo blanco e impresión dígito-pulgar derecho, la vida como algo ajeno pero que lo mismo hay que cuidar, el niño que le dejan a uno mientras la madre va a hacer una diligencia, la maceta con la begonia que regaremos dos veces por semana.
Julio Cortázar
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